16 feb 2021

Hasta cuando la desprotección legal de las Empleadas del Hogar y los Cuidados

En estos días las Asociaciones de Trabajadores del Hogar y Cuidados de todo España, se encuentran movilizadas, no solo por sus históricas reivindicaciones, sino especialmente, por el momento en el que están realizando su trabajo en domicilios, y cuidados de las personas susceptibles de Covid 19.

Con tal motivo se han dirigido por escrito al Presidente y diversos Ministros del Gobierno, recordándoles la situación en la que están trabajando “actualmente excluidas de las medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19” y sus condiciones laborales que no están debidamente protegidas como lo están ahora para el resto de los trabajadores.

Por eso no me extraña que califiquen de “decisión criminal” el no estar incluidas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Son unas 200.000 trabajadoras las que, sin contrato, “siguen cuidando - en el caso de que no haber sido despedidas – en situación de absoluta vulnerabilidad, y en demasiadas ocasiones, sin la protección necesaria para proteger y protegerse de un posible contagio de Covid”.

Al Gobierno se le ha llenado la boca con el slogan “no dejar atrás a nadie”, pues bien, si es así porque no que garantiza los derechos y la salud de estas trabajadoras, porque no que reconoce una prestación por desempleo, y pone limite al despido libre o,  establece garantías para el disfrute del cuidado de sus propias familias, en igualdad al resto de trabajadores, y ya  centrando el foco en las medidas anti-covid, porque no incluye la entrega de equipos de protección individual, entre otras medidas.

Estas son las reivindicaciones que las Asociaciones de Trabajadores del Hogar y Cuidados le “exigen” al Gobierno del PSOE – PODEMOS, la mayoría de ellas reiteradas hasta la saciedad, sin que parezca sean oídas, más allá de las buenas palabras y algún que otro gesto político, insuficientes en este momento.

Permitirme que evoque, por último, la constitución de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Cantabria, asociación constituida en el año 2002 y asesorada por  USO a través de los Departamentos de Inmigración y la Mujer, dirigidos por Augusto Ávila y Lola García, una asociación que en su inicio fue presidida por Elizabeth Marlene Charra a quien recuerdo con cariño, recuerdo que por aquel entonces, los objetivos que se marcaban eran de concienciación - eran otros tiempos - se necesitaba concienciar, en primer lugar al propio colectivo en la reivindicación de sus derechos laborales, a la inspección de trabajo para su amparo, incluso en la información a los empleadores y/o jefes de familia para que respetaran los pocos derechos que por aquel entonces tenían.

Confió que estas compañeras hoy estén mejor en su relación laboral, porque, más allá de la legislación que las tiene que amparar, hoy igual que ayer la responsabilidad del empleador y su respeto a las trabajadoras resulta imprescindible. 

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