2 nov 2021

La reforma laboral beneficia a los trabajadores y hacer política de ello es una sinvergüencería

 

Yolanda Diaz Ministra de Trabajo
Vaya lio el que tiene montado el Gobierno con la reforma de la legislación laboral. Un  lio que según parece lo están superando a través de medidas publicitarias, porque, en el fondo, tanto el PSOE como Podemos están obligados a cumplir, con uno de los princípiales acuerdos que los llevo a formar el gobierno de coalición actual. 

De esta polémica intenta el Partido Popular sacar rendimiento electoral y a la vez hacerse fuerte defendiendo la reforma que el presidente Rajoy llevo a cabo en el año 2012.

Antes de entrar en los apartados más importantes de la reforma que esta proponiendo la ministra de trabajo, recordar que la Unión Europea en diversas ocasiones ya ha comentado la necesidad de una reforma laboral, especialmente para acabar con la altísima temporalidad de los contratos laborales. Además los sindicatos y la patronal llevan tiempo hablando de ello incluso alcanzando acuerdos como el de los ERES, por lo tanto, asumiendo que una vez en vías de superación del COVID y la economía, recuperar derechos laborales perdidos no debería ser un problema insalvable, y a ello en buena medida esta empeñado desde hace tiempo  la “Mesa del Dialogo para la modernización del Mercado Laboral” que componen agentes sociales y gobierno.

Por lo tanto, pactar la reforma laboral no debería ser un problema para sindicatos y patronal, incluso sino fuera posible, el hacerlo vía parlamentaria como es su momento hizo Rajoy en el año 2012.

Porque, poner límites a los contratos temporales favoreciendo los considerados fijos discontinuos, y a la vez, prohibir las horas extraordinarias en España, donde la temporalidad está en más del 26% de los contratos, - siendo la media europea el 14%, y en Cantabria el 90% - no creo sea difícil de entender y asumir. Entiendo que la CEOE ponga límites al debate de los modelos de contrato temporal, pero lo que no puede es negar, que la temporalidad esta disparada.

En este orden parece imprescindible, acabar con el abuso que hacen algunas empresas con los contratos formativos, un modelo de contrato que muchas veces se usa para trabajadores que están realizando un trabajo ordinario de producción con un salario menor y sin tener formación alguna.

Por otra parte, estabilizar la legislación laboral, según mi opinión, esta más que justificada, por ejemplo, cuando las empresas de forma unilateralmente modifican las condiciones laborales de sus trabajadores. Antes de la reforma del 2012 propiciada por Rajoy, estas se negociaban con carácter previo a su ejecución con los representantes de los trabajadores.  

Y qué decir de la subcontratación, también disparada en muchos sectores y empresas que han encontrado en el ella, una forma de producir mas barata al no estar obligada abonar los salarios del convenio colectivo donde trabajan.

Es cierto que en muchas empresas los sindicatos ya han pactado la aplicación del convenio colectivo de la empresa para estos trabajadores, pero todavía queda mucho por hacer y una norma legislativa más directa que acabe con este abuso se hace más que necesaria. En este orden recordar por ejemplo que la patronal no se ha opuesto de forma radical a la prevalencia del convenio del sector frente al de empresa.

En fin, confió que las aguas del lio político que lo invade todo, vuelvan pronto a su cauce, recuperen la normalidad de la que han venido haciendo gala los sindicatos, patronal y gobierno, y encuentren un pacto global que ponga orden, a una norma que modernice, entre otras medidas, el mercado laboral.      

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