Tanto ruido para pocas nueces, eso es lo que parece han
hecho los sindicatos del Ayuntamiento de Santander, convocando movilizaciones
en los talleres municipales y en apenas veinticuatro
horas, echar el freno sin que haya
mediado más que una reunión
protocolaria con la nueva alcaldesa. Los sindicatos - excepto USO - han renunciado a la
movilización dejando una sutil puerta abierta en la distancia para volver, si
hiciese falta.
UGT, CCOO, CSIF y APL, se han aplicado mucho en dejar claro
que ahora no toca bajar al ayuntamiento a protestar, sino a esperar
pacientemente a que caiga del cielo una oferta a la que engancharse y de paso
olvidar una negación abierta hace años y siempre pendiente.
La USO lo primero que ha hecho ha sido “desmentir
rotundamente su participación - en lo que ha calificado de canallada -
desvinculándose de la desconvocatoria” y recordando la decisión tomada por la
asamblea, ha sido la paralización momentánea de la movilización de ninguna
manera su desconvocatoria.
Para la USO la negociación y movilización incluida está
convocada y de ninguna manera va asumir esta “intromisión en el derecho de los
trabajadores”, es más los asuntos a negociar - el complemento de multitareas y
la utilización del teléfono particular para el desarrollo del trabajo, son
reivindicaciones ya presentados ante la Mesa General en el pasado mes de
febrero.
El hecho de que la alcaldesa haya expresado su voluntad de
negociar de buena fe los problemas antes de que surja la necesidad de acudir a
los tribunales, no es óbice para soñar con soluciones fáciles a
reivindicaciones antiguas, la negociación y el principio de la buena fe no es
una concesión municipal, es un derecho que tienen las partes consagrado en la
legislación laboral, por eso la USO no bajara la guardia en esta negociación,
esperemos que el resto de los sindicatos tampoco lo hagan.
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