El chantaje de los agentes sociales de Cantabria, ahora frente al CES

Donde estaba la CEOE y los sindicatos UGT y CCOO cuando se estaba debatiendo la Ley Reguladora del Consejo Económico y Social de Cantabria. Como es posible que ahora se pregunten por las cuestiones económicas, cuando la mayor parte del debate se centró en su financiación, porque no se quejaron al Gobierno y partidos políticos de que su financiación no iba a ser suficiente, y ya llegado el caso, porque no le contaron al presidente Revilla que pensaban boicotear su constitución en un claro chantaje de desprecio tanto al gobierno como al parlamento.

Que poca vergüenza la de estas asociaciones, que lejos de colaborar por el bien de Cantabria, se limitan a poner zancadillas al CES con el único interés de presumir de representación y de paso repartirse los dineros que al final vayan al Consejo.

Como ya comenté en artículos anteriores, el boicot de estas asociaciones no es nuevo, ya lo hicieron anteriormente durante una legislatura complementa no asistiendo a las reuniones del CES, haciendo imposible su trabajo hasta que se dieron cuenta que el presidente Hormaechea no pensaba bajarse los pantalones, cambiando la ley que consolido la presencia de USO a través del cómputo del 5% en la representación sindical, hasta que un apaño legislativo de todos los partidos, provoco un cambio de la ley retirando esta tasa de presentación, que hoy recupera el Parlamento de Cantabria gracias al texto presentado por el difunto Rafael de la Sierra.

Con la Ley Reguladora del CES actual, la USO hubiera tenido dos puestos en el Consejo, representación que se ha reducido a un miembro, según tengo entendido, en aras a consensuar su puesta en marcha, cesión que por lo visto no va a servir de nada.

Pero no importa, a estos chantajistas, siempre les quedara la Ley 4/2009 de Participación Institucional de Cantabria, que les abrió la puerta a la Mesa General del Diálogo Social y que bien pudiera sustituir al CES, al menos hasta que un nuevo apaño modifique la ley y excluya al grupo IV y con ello dejar fuera a una buena parte de cántabros que el grupo representa.